¿A poco no te ha pasado? Vas a un hotel y apenas te recuestas en la cama… y todo es perfecto: las sábanas, el colchón, las almohadas. Pero no te preocupes: no necesitas gastar miles ni hacer una remodelación completa para tener una cama que se sienta igual de rica todos los días.
Con algunos cambios sencillos (y muy aterrizados a la vida real), puedes transformar tu cama y lograr esa sensación de hotel que tanto amamos.

Aquí te comparto los mejores tips para hacerlo realidad:

1. Invierte en un buen colchón: el 50% del éxito está aquí

La base para tener una cama de hotel en casa no son las sábanas ni los cojines: es el colchón. Si tu colchón ya tiene hundimientos, suena cuando te mueves o te levantas adolorida, ningún sobrecolchón te va a salvar. Un buen colchón es una inversión que vale cada peso: dura entre 7 y 10 años, mejora tu descanso y literalmente impacta tu salud.

¿No puedes cambiarlo ahora? Un sobrecolchón (topper) puede ayudarte temporalmente a mejorar la sensación, pero no es una solución definitiva. En cuanto puedas, dale prioridad a renovar tu colchón. Hay opciones accesibles y muchas tiendas ofrecen meses sin intereses.

Y cuando lo tengas, cuídalo desde el principio: usa un cubrecolchón para protegerlo de manchas, sudor, polvo y desgaste. Un cubrecolchón bien elegido puede prolongar la vida de tu colchón por años, además de mantenerlo limpio.

Piensa que pasas casi un tercio de tu vida durmiendo: tu colchón debería ser uno de los muebles más importantes de tu depa.

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2. Sábanas: que sean suaves y transpirables

Lo que realmente toca tu piel todas las noches son las sábanas, así que sí importa mucho su calidad.
Busca juegos de sábanas de algodón, algodón egipcio o microfibra de buena calidad. No tienes que gastar miles: marcas como Haus de Liverpool, Costco o Amazon Basics tienen opciones decentes.

Ojo: El número de hilos importa, pero más que eso, fíjate que se sientan suaves y frescas al tacto. Además, que se puedan lavar en casa, olvídate del gasto extra de tintorería o lavandería.

3. Capas, capas, capas

Parte del “secreto” de la cama de hotel son las capas: una sábana de cajón (esa de resortes que cuesta trabajo doblar, jaja), una sábana plana, una colcha ligera, un edredón o duvet y cojines extra.
Si no quieres complicarte tanto, al menos ten una buena colcha encima de las sábanas y un edredón esponjado para los días fríos. Se ve y se siente mucho más acogedor.

Pro tip: Airea tu edredón y tus almohadas de vez en cuando para que se esponjen.

4. Almohadas: la clave del confort

En los hoteles siempre hay mínimo dos almohadas por persona, y casi siempre de diferentes niveles de firmeza. Haz lo mismo: combina una almohada firme para soporte y otra más suave para abrazar o acomodar como quieras. Yo uso las Luuna, las Soft Dowa Alternative, échales un ojo, puedes ajustar la altura, son lavables y muy muy suaves.

Truco real: Si tus almohadas se aplastan mucho, mételas a la secadora con un par de pelotas de tenis. Se inflan como nuevas.

5. Colores neutros y uniformes

Parte de lo que hace que las camas de hotel se vean tan “limpias” y perfectas es que usan tonos neutros: blanco, beige, gris claro. No necesitas un edredón carísimo: sólo busca que todo combine y que se vea ordenado. Eso da sensación de paz, que también ayuda a descansar.

6. Usa un duvet en lugar de edredón pesado

Otra razón por la que las camas de hotel siempre se ven tan perfectas es que usan duvets, no edredones pesados. Un duvet es mucho más ligero, pesa menos y puedes meterlo a lavar en casa (sin tener que llevarlo a la tintorería).

Además, puedes tener varias fundas y cambiarlas según la temporada o tu mood, sin ocupar medio clóset en edredones voluminosos. ¿Lo mejor? También hace que tender la cama sea más rápido y que todo se vea más ordenado y limpio.

Tip real: Invierte en un duvet ligero y dos o tres fundas bonitas. Vas a notar la diferencia en comodidad, limpieza y hasta en ahorro de espacio en tu depa.

¡Cuéntame si te sirvieron estas recomendaciones!

0 Comment

  • Posted 21 febrero, 2019
    by GLORIA

    Hola Fabiola, me encantan tus consejos. Cuando vivía sola, tenía un espacio muy acogedor y parecido a tu tercera imagen, pero ahora que vivo con mi novio es difícil porque él… Bueno, es él siendo él, así que ya te imaginarás (y a esto agrégale dos gatos). Pero voy a tomar tus tips para hacer ese de ese lugar tan personal algo más lindo y amigable, pero ahora con características de los dos.
    Te mando un abrazo 🙂

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