Nos han enseñado a esperar… A esperar el lunes, el primer día del mes, el famoso “año nuevo, vida nueva”. Como si el cambio llegara mágicamente al terminar los últimos 10 segundos del año o al estrenar un calendario.

Pero, ¿cuántas veces has llegado a ese “día perfecto” y has sentido que nada cambia? Que al final, todo sigue igual.

El calendario es solo un invento, una estructura que le pusimos al tiempo para organizarlo. Pero el tiempo en sí, ese que avanza implacable, no entiende de fechas. No sabe qué es el primero de enero ni le importa si decides esperar un poco más para empezar. Porque mientras tú pospones, mientras esperas sentirte lista o encontrar el momento ideal, el tiempo sigue corriendo. Y lo que pierdes, no vuelve.

Esperar un “nuevo comienzo” puede sentirse seguro. Nos da una excusa para no enfrentar el miedo al cambio, para no asumir riesgos o incluso para justificar por qué seguimos en el mismo lugar. Pero, ¿qué pasa si te digo que no necesitas un lunes ni el 1 de enero para empezar a construir la vida que quieres?

El verdadero cambio no vive en el calendario; vive en ti. En ese momento en el que decides dar el primer paso, aunque sea un miércoles cualquiera. En el instante en que entiendes que no existe un “día perfecto”. Y no lo necesitas.

Sí, da miedo empezar sin tener todo planeado, sin sentirte 100% lista. Pero la verdad es que nunca estarás completamente preparada (ese es un mito y hasta una excusa), porque el crecimiento siempre llega con incertidumbre. Lo importante no es el día que elijas, sino la decisión de empezar, aunque sea pequeño, aunque sea “imperfecto”.

Hoy, este instante, es lo único que tienes.

No permitas que las fechas sean un pretexto para posponer tus sueños, tus metas o incluso las cosas que necesitas para sentirte bien contigo misma. El tiempo no te espera, pero te regala una oportunidad en cada minuto que pasa.

No mires el calendario en busca de ese “nuevo comienzo”. Empieza ahora, porque el verdadero nuevo comienzo eres tú.

Y todo esto que escribí, lo escribí pensando en ti, pero también pensando en mí. Porque yo también lo necesito recordar. Así que, aquí y ahora, es este el momento.

Leave a comment