Las dos.
Sin duda, desde el día que decidas salirte de casa de tus papás habrá momentos en que te sientas sola, quieras regresar, llores o te deprimas; en mi caso fue extraño, los primeros días no fueron complicados, al contrario, creo que me adapté muy bien, pero semanas después comencé a extrañar horrible mi casa, quería regresar y estaba muy arrepentida de no estar con mi familia. Sin embargo, me di cuenta que esa melancolía era parte del proceso, es como toda etapa nueva, salir de la escuela y ver menos a tus amigos, cambiarte de ciudad, etc.
Vivir sola te enseña muchas cosas respecto a la soledad, lo primero: la soledad no es mala. Y estar sola físicamente no significa estarlo en la vida.
Aprender a estar contigo puede ser una de las acciones a la que menos valor le damos, creemos que no tener físicamente a alguien a nuestro lado es sinónimo de soledad y no necesariamente es así; estoy convencida de que lograr pasarla bien sin compañía es señal de crecimiento personal.
Hay muchas actividades que te permiten disfrutar tu tiempo, leer, escuchar música, escribir, ver una película y hasta cocinar, poco a poco comenzarás a adaptarte a tu nueva vida. Incluso si tienes roomie, habrá veces en que no llegue o se encierre en su recámara y no quiera platicar.
Disfruta estar sola, el silencio, tu tiempo, tu compañía y tu espacio… si todo falla, siempre podrás visitar a tus papás, usar Skype, enviarles un mensaje o invitar a amigos. Incluso considera tener una mascota.
Yo odiaba comer sola, hoy puedo hacerlo hasta en el fast food del centro comercial.
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me da mucho gusto ver que otras chavas pasan por lo mismo y que no estamos solas…yo era una persona que siempre estaba rodeada de amigos, amigas, familia…y el golpe de cambiar de ciudad si me pego bastante pero como dices se aprende a vivir con eso…y totalmente de acuerdo antes me chiflaba y si alguien no comía conmigo no comía, ahora aprendí a hacerlo sola tmb, hasta en el trabajo. :D
Justo... mi cambio comenzó desde que dejé la oficina y decidí trabajar en mi casa, luego vivir sola, pfff!! Pero ahora, estoy más acostumbrada que nada. ¡Me encanta!
¡Saludos, Stephany!